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Procedimientos Ambulatorios

Ondas de choque para disfunción eréctil:

Las ondas de choque se aplican directamente sobre el pene sin necesidad de anestesia. Cada sesión dura 25 minutos. No producen dolor y correctamente aplicadas no han producido efectos adversos. Las ondas de choque de baja energía tienen un efecto curativo en pacientes con disfunción eréctil vascular. Las guías de la Asociación Europea de Urología de 2015, actualizadas en 2020 las incluyen como un tratamiento eficaz y sin efectos adversos.

Uroflujometría:

Es un estudio dinámico realizado mediante la utilización de un flujómetro computarizado, que registra el volumen de orina espontánea que se elimina en una micción por la uretra por unidad de tiempo. El flujo de orina emitido depende de dos variables, de la presión ejercida por el músculo vesical (detrusor) y de la resistencia del tracto de salida. La uroflujometría es un estudio inocuo y se solicita a pacientes con síntomas miccionales del tracto urinario bajo (LUTS) producidos por la hiperplasia prostática benigna o la estenosis uretral, entre otros.

Tratamiento de verrugas genitales en mujeres y hombres:

Las verrugas son lesiones epidérmicas benignas y frecuentes causadas por una infección por el virus del papiloma humano. No se recomienda tratamiento para la mayoría de las infecciones por VPH, excepto para aquellos casos en que haya un condiloma acuminado visible, o alteraciones en la prueba de Papanicolaou. No existe ningún medicamento capaz de destruir por completo el VPH, por lo tanto, el tratamiento está dirigido a extirpar el tejido alterado. Aunque los síntomas del VPH se pueden tratar, la infección del VPH en sí misma no puede ser curada.  Entre las alternativas de tratamientos tópicos para el condiloma acuminado se encuentra el imiquimod.  Otras técnicas terapéuticas incluyen la crioterapia, mediante el uso de nitrógeno líquido, que constituye un excelente tratamiento en particular para las lesiones perianales. Otros agentes como el ácido tricloroacético y la resina de podofilina también se pueden usar en la consulta médica. Para algunos condilomas acuminados sobre todo los de mayor tamaño, se prefiere la escisión quirúrgica, o la destrucción por electrocauterización con lo que se puede lograr un promedio de éxito entre 63% y 91%

Biopsia de genitales:

Las patologías dermatológicas de la región genital son muy comunes y variadas, de allí que sean motivo frecuente de consulta. Por esa razón, el urólogo debe conocer las diferentes entidades, así como su manejo y los diagnósticos diferenciales de cada una; sin embargo, en algunos casos no pueden diferenciarse las mismas o no responden de forma adecuada al tratamiento, por lo que su médico puede tomar una muestra, o biopsia, del tejido anormal. Un examen microscópico del tejido de la biopsia puede ayudarle a su médico a detectar la causa de la lesión.

La biopsia puede realizarse en el consultorio o en una clínica; cuando se practica en el consultorio se le coloca una inyección de un medicamento que adormece la zona (anestesia local). Es más probable que se está utilice para biopsias de la zona genital externa tanto en hombres como en mujeres: esto incluye la vulva, el escroto o el pene.

Ecotomografía urológica:

Por su rapidez y bajo coste, la ecografía suele ser la prueba de elección para comenzar el estudio de muchas patologías del aparato urinario.

Existen principalmente tres tipos de ecografías urológicas orientadas a examinar y analizar la estructura de diferentes zonas del aparato urinario en general y del aparato reproductor masculino en particular:

Ecografía renal:

Se realiza con el objetivo de observar de forma detallada la estructura del riñón. De esta forma se puede determinar la existencia de quistes renales, tumores sólidos o cálculos renales. También se utiliza esta prueba para observar o descartar la presencia de hidronefrosis (dilatación de la vía producida por la obstrucción del uréter que impide que la orina salga de los riñones).

Ecografía vesical:

El objetivo de esta ecografía es evaluar el grosor de la pared vesical, si hay presencia de divertículos o de tumores vesicales y si existe algún tipo de obstrucción crónica o puntual que dificulte la micción. Además, la ecografía vesical se utiliza también para la medición del residuo postmiccional; de esta forma se puede detectar una obstrucción prostática o uretral que puede ser la causante de otro tipo de patologías como infecciones, cálculos urinarios, retención de orina, etc. 

Ecografía prostática:

Se utiliza para la valoración del estado de la próstata. Así, se determina el tamaño de la próstata y su forma para descartar o sospechar la existencia de crecimiento prostático o cáncer de próstata. Existe otro tipo de ecografía más específica que es la ecografía transrectal que se realiza para estimar el tamaño y forma de la próstata con más precisión. Sin embargo, este tipo de prueba no se realiza de forma rutinaria, sino que es habitual cuando se lleva a cabo una biopsia prostática.

Uretrocistoscopia:

Es un procedimiento que permite la visualización del interior de la uretra, próstata y de la vejiga. Para su realización se utiliza un sistema óptico llamado cistoscopio, este consiste en un tubo con una cámara en su extremo, conectado a un sistema de vídeo que permite registrar imágenes útiles para el diagnóstico y seguimiento de las patologías más comunes de la uretra, próstata y vejiga.

Se realiza introduciendo el cistoscopio rígido o flexible a través del meato uretral hasta alcanzar la vejiga. En el hombre se logra visualizar uretra (peneana, bulbar y prostática), vejiga donde se observan paredes vesicales y meatos ureterales con la eyaculación de orina.

Retiro de catéter doble j:

El catéter doble jota o pigtail es un tubo de diámetro pequeño, que recibe su nombre por la forma que tiene de enrollamiento de sus extremos; la función del catéter es asegurar el paso de orina de una manera adecuada desde el riñón a la vejiga, la indicación más frecuente del catéter doble J es la presencia de piedras en la vía urinaria que obstaculicen el paso de la orina. El retiro del catéter doble j es un procedimiento apto para ser realizado con anestesia local (lubricación uretral y vesical con un gel anestésico) de forma ambulatoria, el mismo se realiza mediante la realización de una uretrocistoscopia.

Colocación de Sondas de Foley:

Consistente en la introducción de un tubo flexible a través de la uretra hacia la vejiga con fines ya sea para drenar su contenido o su irrigación, algunas de las principales indicaciones son: retención aguda de orina, hiperplasia prostática (como medida protectora en algunos casos que así lo ameritan mientras se programa la resolución quirúrgica), vejiga neurogénica.

Dilataciones uretrales:

Estas se realizan con unos equipos denominados dilatadores de Benique, principalmente se utiliza posterior a la resolución quirúrgica de la estenosis uretral.